domingo, 25 de diciembre de 2011

Mientras caminaba, con los ojos cerrados y un papel en mano, respiraba al compás de mis músculos y pensamientos, mientras caminaba todo era tranquilo sin ningún intermediario que pudiese alterar un equilibrio en mi cuerpo, volteaba sin ver, caminaba sin saber, mi pensamiento fijado en solo una razón, hasta que los abrí, abrí mis ojos y ya no pude hacer nada, mi respiración se detuvo, mi corazón se aceleró y mis ojos se quedaron atónitos ante fatal hechizo que ese hechicero con sus ojos causó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario